Atendidos por sus propios dueños.

Siempre existió la necesidad de mostrarse como empresa al mercado. Desde aquellos primeros avisos en blanco y negro donde se parecían más a una receta de Arguiñano, con bajísimos presupuestos donde los dueños de los almacenes colocaban la foto de su perro, hasta gastar millones de dólares para ver a un hiphopero cantando Ricky Martin.

Televisión, radio, revista, Internet. Medios tradicionales para publicidades tradicionales. Sea cual sea tu canal, los avisos no tardaran en llegar. Lo más complicado de concretar es mantener la atención del espectador en una tanda, y es allí dónde el enemigo número uno de la publicidad entra en acción. El control remoto.

Con el fin de ejercitar el dedo pulgar haciendo Zapping (“estas viendo: Todoooooos”), uno deja de lados los spot y se abre paso a mirar a Rial con la última pelea de revista.

Y así, con el fin de atrapar al destinatario se realiza la publicidad no tradicional (PNT), donde uno se encuentra prácticamente obligado a observar.

Desde la simplicidad de una novela Argentina (hombre rico, sirvienta pobre, se aman, se casan, después resulta que era su propia hija), muestran cuando pasan caminando por la calle un cartel (que comienza con un primer plano y termina en segundo. Símil: “uhh se nos escapó editar ese cartel, y bueno dejalo”), con la oferta loca de la semana en electrodomésticos, hasta utilizarlos como verdaderas obras de arte.

A continuación un video con las mejores puestas en escena de esta distinta pero cada vez mejor utilizada forma de publicitar.